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Manual para al atencion psicológica

VI. CÓMO APOYAR A LOS NIÑOS

No debemos olvidar a los mas pequeños,
ni dejar de mirar hacia al niño que los adultos albergamos dentro

Toda la familia vive la ELA , también los niños pero éstos no reaccionarán de la misma manera que los adultos. Su psiquismo les protegerá de pensamientos y sentimientos que no pueden manejar, entender ni expresar. Por ello tenderán a mostrar y desahogar los sentimientos desde el silencio o con sus comportamientos ; la aparición de fobia a la escuela, problemas de aprendizaje, comportamiento , agresivo o aislamiento , miedos nocturnos, eneuresis, retraimiento o dependencia excesiva , podrán estar tristes en un momento dado y pasar a reir o jugar al siguiente , pero esto no debe interpretarse como que el niño “ no sabe ni se entera» o » no está preocupado».
Necesitan ser respetados y ESCUCHADOS en sus emociones para poder ayudarles a entender sus propias reacciones y guiar sus sentimientos sin temor ni confusión.

Preguntándole

Para saber cómo está el niño, cómo vive la situación y cómo procesa la información.

Se le puede preguntar sobre:

• Lo que opina, lo que sabe o ha oído.
• Cómo ve la enfermedad.
• Qué siente.
Cómo quiere o puede ayudar : desde una colaboración sin sobrecargas que le permita sentirse útil si es adolescente, o simbólica si es pequeño para que siga siendo niño. Animarle a seguir, en la medida de lo posible, manteniendo sus actividades habituales y rutinas, ir al colegio, a jugar como siempre, salir con sus amigos, a practicar algún deporte o actividad física.
Ayudándole a hablar

Que no hablen no significa que no sientan dolor.

Guardar silencio acerca de la enfermedad no ayuda al niño a adaptarse, ni a tener menos dolor, y sí a sentirse más solo. Se necesita darle la oportunidad de compartir y expresar sus sentimientos.
Se le puede ayudar animándole a hablar para expresar sus emociones y sentimientos, a expresar sus dudas, temores:

• Sin brusquedad ni forzar .
• Buscar el mejor momento y elegir la forma.
• Animarle a conversar mientras se sienta cómodo.
• Compartiendo los propios sentimientos con él, para enseñarle a no esconderse para llorar y a sentir la calma de compartir la tormenta emocional.
• E incluso animarle a mantener y conservar el humor o a sonreir.

Explicándole

“ La información como si de un pedazo de carne se tratase dársela ; en pequeños trozos, poco a poco y sin forzarles”.

Necesitan de los adultos para obtener respuesta a sus dudas, temores o preguntas. Ayudarles a “digerir la información” sobre lo que esta pasando con la enfermedad o puede pasar:

• Con la verdad, de manera simple y directa.
• Centrándose en el presente, hablando del futuro inmediato como posibilidad y sin anticipar etapas.
• Explicarle en la medida que vaya preguntando o se aproxime un cambio evidente.
• Con honestidad y detalles suficientes adaptados a su nivel de comprensión, edad y etapa de desarrollo .
• Con explicaciones que le den tranquilidad y seguridad: “Iremos/ hemos ido al médico, ¿qué quieres saber?”. “Aunque mama/papa está enfermo/a nosotros con los médicos estamos haciendo todo lo posible para que se cure o este tranquilo”. “Yo estoy y estaremos aquí para cuidarte”
• Si se acercan los momentos finales conviene decirle la verdad preparando y hablando con naturalidad. Utilizando ejemplos y metáforas, podéis aprovechar para enseñarle valores , el sentido profundo de la vida y que ésta siempre sigue.

Acércate con él a contemplar la naturaleza y muéstrale que un árbol:
para poder existir y crecer, con cada estación, tiene que renovar sus ramas y sus hojas. En otoño todas las hojas caerán, pero con el inicio del invierno estarán preparados los nuevos brotes para en la próxima primavera abrirse y continuar la expansión de su vida.

• Ante la cercanía de la pérdida del ser querido, el niño necesitará despedirse y posteriormente tener la posibilidad de compartir el duelo, participando de los rituales o ceremonias de despedida , pero explicándole anticipadamente cualquier situación que pueda no entender.

La cercanía afectiva ayuda a la descarga de la tormenta emocional
y consigue con la calma posterior, el arco iris de serena paz interior. (índice)

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