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Manual para al atencion psicológica

III. SI TIENES LA ENFERMEDAD DE LA ELA
Es natural que te sientas triste, con miedo y confuso; que te plantees junto con tu familia muchas preguntas y dudas de lo que ocurre, de lo que pueda ocurrir y de qué es lo mejor que debes hacer.

 

Este cambio en tu vida puede modificar tu funcionamiento, tus sentimientos, incluso tus creencias, y con ello la imagen que tienes de ti mismo y del mundo. Acaso tener la sensación de haber dejado de ser tú mismo, pero será una percepción incorrecta ya que, a pesar de todos los problemas o cambios que puedan aparecer, tú como persona, sigues y seguirás siendo la misma que antes de que apareciera la enfermedad. Continuarás conservando tu personalidad, tus necesidades, tus gustos, tus ilusiones y temores. Es más, el tomar conciencia de que tu ser no está enfermo y que, a pesar de esta vicisitud, sigues siendo el mismo, te ayudará a que no se rompa más el equilibrio, creando en este proceso de cambio nuevas alternativas y posibilidades de acción frente a la vida.

Los efectos de la ELA repercutirán, no sólo en ti sino también en tu familia. La enfermedad puede cambiar la vida de relación; tendréis que enfrentaros a cambios y adaptaros a nuevas situaciones. Así, aunque es una situación difícil, si entre todos os comunicáis adecuadamente, entendéis vuestros sentimientos y participáis en la rehabilitación, contribuiréis a sentiros mejor y a incrementar vuestros lazos afectivos, que tanta fuerza dan para vivir.

Por esto, todos necesitáis estar bien informados y tener conocimientos que os sirvan para entenderos y ayudaros a producir cambios positivos. (índice)

 

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